BOIG PER TU
Seniors a todo ritmo
Más allá de sus índices de audiencia, que no son nada malos, la verdad, cabe convenir que La Voz Senior (una de las múltiples variables que Atresmedia aplica a la franquicia La Voz) tiene un atractivo especial porque, salvo contadísimas excepciones, el nivel de los concursantes, todos ellos por encima de los sesenta, es altísimo, muy por encima de los aspirantes a la opción normal o a la de jóvenes promesas. Sin embargo, y aclarado esto, a la presente edición cabe hacerle dos reproches y que, además, no son pequeños. Uno, el excesivo histrionismo de los coaches, entre los que un fondón David Bustamante se lleva la palma, con demasiados grititos, posturitas, lagrimeos y aspavientos varios (¡vamos, como Los Javis en Mask Singer!) Dos, la fiebre que le ha entrado a la casa por finiquitarlo a toda prisa. Como está grabado desde antes de decretar el último y todavía vigente estado de alarma, está todo grabado. Así se pasa, con dos programas semanales, de una fase a otra, sin descanso. Hace tan solo quince días que arrancó la cosa y ya están en la finalísima. Una pena.