BOIG PER TU
¿Un pezón?, es de la Pedroche
Es sorprendente la querencia que muestra la vallecana Cristina Pedroche (1988) por el exhibicionismo. Y no es de ahora, sino de siempre.
Aún recordamos en el 2014 aquella mítica escena en Zapeando en que, en medio de una guerra de agua entre los colaboradores, acabó soltando lo de “se me están mojando las peras”.
Desde entonces ha sido un no parar. Bien sea en el plató o en Instagram, su plataforma favorita, ha regalado a sus incondicionales, que no son pocos, desnudos de todo tipo y condición en casa, en la cama, en la bañera (su foto envuelta en espuma y con una copa de vino blanco en la mano, también tuvo lo suyo), a merced del viento traidor, o en la nieve este pasado mes de enero.
Y ya no hablamos de sus vestidos para la gala de Nochevieja: ya lleva siete. Las dos primeras con Frank Blanco y Carlos Sobera, y las otras cinco con Alberto Chicote. Y en las siete se ha llevado el minuto de oro con sus atrevidos atuendos. El último logro ha sido en los jardines de Atresmedia.
Antes de entrar en plató se marcó unos pasos de baile y pasó lo que tenía que pasar.