Solo es un negocio

A medida que van conociéndose los detalles del docudrama (más bien una entrevista guionizada) Rocío: contar la verdad para seguir viva con la hija de Rocío Jurado ajustándole las cuentas a su exmarido, va quedando patente que, más que una denuncia, urbi et orbi, de malos tratos (que también), es un tremendo montaje por parte de todos los protagonistas. El programa comenzó a gestarse hace ya un año y se grabó poco después.

Rocío, a través de su representante, su marido Fidel Albiac, tras ponerse de acuerdo en lo económico (cerca de dos millones de euros), pidió la cabeza de Antonio David Flores, aunque Mediaset esperó a cortársela hasta no haberse emitido las dos primeras entregas. Paolo Vasile, a cambio, pidió que Rocío retirase todas las denuncias interpuestas en los últimos años contra la cadena y sus colaboradores.

Dicho esto, pero, aún hay más. Telecinco, que ha jugado en esta historia el papel de “lobo cuidando al rebaño de ovejas”, ya está preparando, para cuando acabe el programa, sentar en el plató a Antonio David Flores y a su hija, Rocío, para dar su versión.