BOIG PER TU
Un programa que no tiene fin
El programa Crims de TV3 durará lo que quiera que dure Carles Porta. Vale, y hasta que la audiencia diga que no o se rompa el acuerdo económico-laboral entre la productora del periodista leridano y la cadena autonómica catalana.
Pero como esto, de momento, no se vislumbra en el horizonte hay que subrayar que, por un lado, jamás van a faltarle asesinatos que desarrollar en la pequeña pantalla (y sin salir de Catalunya, y que nadie piense que estamos afirmando que aquí somos gente violenta o psicópata) ni el cariño del público. Crims aporta información añadida al morbo que despiertan hechos tan escabrosos como los que cuenta en cada entrega.
Además está muy bien construido, huye del sensacionalismo (en Mediaset lo utilizarían de otro modo, pongamos por caso) y la sensación después de verlo no puede ser más satisfactoria. En la entrega de este lunes, Carles Porta regresó a su Lleida natal para explicar la muerte, en noviembre del 2012, de un octogenario a manos de su cuidadora, una mujer que intentó ocultar su crimen con un falso secuestro.