BOIG PER TU
Canciones que entran o no
Vamos a aceptar como animal de compañía aquello de que “para gustos, colores”, pero es que en estos últimos días tenemos dos ejemplos palmarios de cómo una inadecuada melodía puede hacer fracasar dos anuncios, bienintencionados sin duda –aunque parecen sacados de un manual de autoayuda de Pablo Coelho– pero que impactan al personal de manera diferente. Uno es el enésimo mensaje de la firma Santa Lucía, prometiendo un paraíso si contratas sus servicios.
Busca tocar la fibra con una simple cancioncilla, La alegría de vivir, de Rafael Iglesias, que funciona bajo los cánones de toda la vida. El otro es el mensaje de Atresmedia, que junta (para economizar costes) a siete firmas muy distintas entre sí (Fairy, Lexus, Central Lechera, Ybarra, Disneyland, Bezoya y Línea Directa) para vender que este verano va a ser, si nos lo proponemos, la hostia.
Lo malo es que el tema Tierra, de Xoel López, no tiene melodía ni rima y es tan rebuscado el texto que necesita un manual de instrucciones para poder entenderlo. Quizá no estamos ya en la onda, pero no funciona.