BOIG PER TU
'My Fair Lady' envejece mal
Probablemente la tenía idealizada y además hacía muchos, muchísimos años que no había vuelto a visionarla. Quizás por eso, cuando el lunes, desde el sofá de casa, vi My Fair Lady me llevé una decepción.
Independientemente de que para algunos sectores, ahora mismo, sería políticamente incorrecta, la encontré larga, tediosa y un pelín aburrida, sin duda porque el film de Cukor, y sus ocho Oscar, ha envejecido muy mal. De hecho el film es sus dos temas estrellas (I Could have Danced All Night y On The Street Where You Live) y muy poca cosa más.
Incluso, esta adaptación del musical de Lerner y Loewe, a su vez bebé del Pigmalion teatral de Bernard Shaw (1913), está por debajo del Pigmalion de 1938 con Leslie Howard. De hecho, saber que Audrey Hepburn no canta en el film (la voz es de la soprano Marni Nixon) tampoco ayuda demasiado.
La productora impuso a Hepburn en detrimento de Julie Andrews, que, junto a Rex Harrison, llevaba 3.000 representaciones de la obra. Y así les fue.
Ese año, Audrey no se llevó nada y Julie, el Oscar por Mary Poppins.