España parece gafada

Últimamente parece que hay que ir tocando madera cada vez que mencionamos a La Roja. ¿O es que ya no se acuerdan del lío de Lopetegui en vísperas del Mundial de Rusia? ¿O la trifulca protagonizada por Robert Moreno, que quiso ser fijo en el banquillo cuando solo era un interino? Ahora ha vuelto a pasar. Y, al igual que en los dos casos anteriores, la selección, en sí, es simplemente un daño colateral. A las puertas de la Eurocopa, Busquets da positivo y se hunde el mundo. Sus compañeros, confinados. La Sub-21, que estaba de vacaciones, llamada deprisa y corriendo para que goleen a la débil Lituania en el último amistoso de preparación. Polémica sobre las vacunas a los futbolistas cuando deberían de estar vacunados desde hace días. Y lo de la retransmisión de TVE, de nota. De entrada, el partido pasa de La 1 al Teledeporte, casi de tapadillo. El despliegue mediático, lo imprescindible. Patrocinadores, ninguno. Es más, en el descanso, fundido a negro para dar, sin mayores explicaciones, un par de pruebas de atletismo, y sin explicarlo. Y en los medios hablando más de las vacunas que del 4-0. Penoso.