BOIG PER TU
El Tour nuestro de cada día
No hay nada mejor para una placentera cabezada (que no siesta) en el sofá que una etapa del Tour. Es una sensación indescriptible.
Ver en acción a los esforzados de la ruta, a la serpiente multicolor, arrullado por la voz de Carlos de Andrés (Barcelona, 1965) y Perico Delgado (Segovia, 1960), no tiene precio. Cierras los ojos, sí, pero en esencia, no te pierdes ningún elemento clave de la etapa del día, sobre todo si es llana.
Siempre los abres a quince, veinte kilómetros de la línea de meta. El Tour, postpandemia, ha vuelto.
Un par de semanas largas de escapadas, ataques, sprints, gestas imposibles, dolorosas subidas y otra vez con público, controlado, sí, pero con público. Agolpado en la línea de meta o haciendo pasillo a los escapados en las rampas más duras de la alta montaña.
Y esas caravanas, perfectamente equipadas a pie de carretera, y las promociones turísticas, a vista de helicóptero, del suelo francés (esto lo tocan como nadie). En fin, que prepárense para disfrutar, día a día, kilómetro a kilómetro, minuto a minuto, hasta la llegada a los Champs Elysées parisinos.
¡Qué gozada!.