Mediaset, el puto amo (y 2)

Lo adelantábamos ayer. Mediaset aplica con guante de seda y mano de hierro aquello del palo (exhibición pública de las miserias propias y ajenas) y zanahoria (suculentas mordidas). Y todos, absolutamente todos, se prestan a ello. Al final todo es una cuestión de dinero. Hay quién lo hace bajo unas luces de neón y otros bajo los focos de un plató. En el fondo es lo mismo.

En este juego han participado todos los colaboradores que son capaces de, en un mismo programa, ser a la vez víctimas (lloros y abandonos del escenario) y verdugos (virulentos ataques al compañero). En el ranking figura en primer lugar el inefable Kiko Matamoros (que ya supera a la mismísima Cher en operaciones de estética). Es quién mejor se aplica aquella vieja máxima de “estos son mis valores, pero si no les gustan, tengo otros”.

Ahora está en guerra, por enésima vez, con su hija, pero ya le hemos visto hacer de todo a lo largo de los años, desde anunciar su inminente muerte a publicitar bodas que nunca se celebran. Pero hay más, Chelo, Lydia, Anabel Pantoja, Carmen Borrego... Lo dicho, Mediaset es el puto amo.