Benidorm está on fire

Ya lo escribíamos hace unos días. Benidorm ha vuelto a ponerse de moda. ¡Bueno! De hecho, nunca ha dejado de estarlo, nunca desde que aquel alcalde visionario, Pedro Zaragoza Orts, la puso en el mapa al convertir la pequeña ciudad alicantina, que vivía de la agricultura y la pesca, en primera potencia turística.

Vale que la serie que emite ahora mismo Antena 3 no le hace justicia, pero conviene recordar que no es mucho peor que las 300 películas, sí, 300, que se rodaron en sus playas entre los 60 y los 70, a coste cero para los productores. Y ya no hablemos de su festival internacional de la canción, que funcionó a las mil maravillas entre 1959 y 1979 (luego fue a menos) con la presencia de Julio Iglesias, que lo ganó en 1968 con La vida sigue igual, o de Raphael. Incluso tuvo una película más (Festival en Benidorm, 1961, Rafael J.

Salvia) con Concha Velasco. Pues bien, ahora TVE quiere resucitarlo (se cerró en el 2006) para ser el trampolín del cantante (o grupo) y la canción para representar a España en la Eurovisión del 2022, donde se acaba siempre de la mitad para abajo..