BOIG PER TU
Resultón, pero suena a falso
Anna Simon (Mollet del Vallès, 1982) ha vuelto a TV3, cadena en la que no tiene nada de suerte, pese a sus éxitos profesionales en Atresmedia, como Zapeando, sin ir más lejos. Ahora acaba de estrenar un reality muy light –lejos de los malos rollos de los de Mediaset, para entendernos– titulado Lloguer a primera vista. La idea no es mala, incluso es formativa, nos permitiríamos añadir: gente mayor que vive sola y necesita compañía se mezcla con jóvenes que quieren independizarse de su hogar paterno/materno y, sin conocerse de nada, deben compartir piso, a ver qué tal.
Hasta aquí todo perfecto, pero como todo reality grabado con antelación y convenientemente editado, desprende un tufillo de falso, de teatrillo del que, al menos en la primera entrega, no consiguió desprenderse. O sea, que más que un experimento sociológico parecía más un capítulo de una telenovela o de una sitcom. Los participantes, los unos y los otros, dan la sensación de tener demasiado presente que están delante de una cámara y actúan en consecuencia: mucha impostación y poca espontaneidad.