BOIG PER TU
¿De verdad ese es el camino?
Aclaremos de entrada que, ni por un momento, dudamos de que las historias que cuentan no sean ciertas. Pero, dicho esto, conviene reflexionar en si semejantes y traumáticas denuncias tienen en los realities el mejor de los escenarios para hacerlas públicas. Ya dijimos lo mismo con el caso Rocío Carrasco, que se ha hecho tan de oro que está a punto de comenzar su segunda temporada. O sea, la credibilidad la va perdiendo de manera directamente proporcional al modo en que va engordando su cuenta corriente. Ahora ha vuelto a suceder.
Sofía Cristo (1983), concursante estrella de La casa de los secretos, aprovechó el prime time para anunciar a bombo y platillo que cuando tenía cinco años padeció abusos sexuales de alguien próximo a su familia y cuyo nombre no piensa decir (hasta otra entrega, se entiende). Buena mordida y buena audiencia para una Mediaset sin escrúpulos y con su madre en el plató de Telecinco como invitada de honor.
Y, a todo esto, Carlos Sobera haciendo el papelón. Solo le faltó decirle a Bárbara Rey lo de “no llores ahora, hazlo después de la publicidad”