Frivolidades inadmisibles

Ya sé que en esta vida ha de haber de todo, pero, francamente, podríamos prescindir de algunos especímenes humanos que con la que está cayendo en La Palma desperdician su tiempo y su dinero en viajar hasta la isla canaria para extasiarse con la visión de la erupción volcánica que amenaza con dejar reducida la zona a la mínima expresión.

Cierto que la inefable ministra Reyes Maroto (que aunque parezca lo contrario aún sigue en el cargo) ayudó lo suyo con lo de “un espectáculo maravilloso” en plan reclamo turístico. Pero lo peor es que, y aún aceptando que hay que informar de todo alrededor de semejante cataclismo, sorprende que existan cadenas televisivas que todavía le den cámara y micro a estos impresentables que únicamente saben decir que aquello es “impresionante” y “único en la vida”.

Por cierto, y aunque prácticamente es una prueba superada, aún habría que hacer pasar a algunos comentaristas, opinadores e informadores por las didácticas clases de Barrio Sésamo para enseñarles las diferencias existentes entre Palma, La Palma y Las Palmas..