La Roca no despega

Si el estreno de La Roca en La Sexta no pasó de discreto (4,6 de audiencia), la segunda entrega aún fue peor (3,7), lo que augura un negro futuro para la periodista Núria Roca en su retorno a la cadena. El problema radica en que esta maratón televisiva dominical de cuatro horas y media (de 15.30 a 20.00) da la sensación de no tener todavía claro cuál es su target destinatario ni cuál debe de ser su contenido. No es, para entendernos, Sálvame o Espejo público, pero tampoco Al rojo vivo.

Está estancado en un limbo, en una tierra de nadie que no gusta ni a unos ni a otros o cuando menos no les llama la atención. Tampoco ayudan los colaboradores habituales, con escasísimo gancho: Antonia San Juan, Bernat Barrachina (el defenestrado en TVE por sus chyron sobre las infantas Leonor y Sofía y el emérito) o Cayetano Martínez de Irujo, que puede que triunfase en Tr3ce o Intereconomía pero chirría demasiado en Atresmedia, sobre todo después de oírle barbaridades sobre los okupas o el polémico vídeo de C. Tangana en la catedral de Toledo. La cosa no pinta bien, la verdad.