BOIG PER TU
Recuperando un clásico
Mientras la sociedad se discute ahora sobre si la serie danesa Juan Pilila es un escándalo que atenta seriamente a la salud mental de los niños de 4 a 8 años (franja a la que está destinada) o si no hay para tanto, ha pasado un tanto desapercibido el retorno a las parrillas televisivas (Divinity) y al filo del mediodía de la serie Sin tetas no hay paraíso, que entre el 2008 y el 2010 consiguió que siempre se hablara de ella y que nadie se metiese con su título que, ahora mismo, con lo susceptibles que nos hemos vuelto, no sé si pasaría la prueba del algodón. ¿Se acuerdan de ella? A lo largo de tres temporadas, y unas cuantas reposiciones posteriores en las diferentes cadenas de Mediaset, se contaba la historia de Catalina, una angelical muchacha traumatizada por tener los pechos pequeños que acaba metiéndose de lleno en el mundo de la prostitución y del narcotráfico al enamorarse de Rafael, más conocido como “El duque”, uno de los jefes del cotarro. Sus protagonistas, ahora un tanto olvidados, Amaia Salamanca y Miguel Ángel Silvestre, se hicieron tremendamente populares.