BOIG PER TU
Un programa desperdiciado
TVE anda en la miseria, en esto todos están de acuerdo, pero con todo, hay programas que merecerían mejor suerte. La 1 ha perdido el norte en informativos, debates y sobre todo ha matado a su estrella Informe Semanal, pero su giro al populismo tampoco le funciona con MasterChef (en cualquiera de sus tres variantes) o el Lazos de sangre, que parece un quiero y no puedo. Por quien más nos sabe mal la cosa es por su La Noche D, que acaba de arrancar con su segunda temporada.
Como sabrán, lo conduce Dani Rovira (Málaga, 1980), monologista y actor con su Ocho apellidos vascos como su máximo logro. Es un proyecto que incluso chirría en la cadena pública, porque no se ajusta a sus parámetros de mediocridad. Es un espacio que va un poco más allá (quizá buscando el guiño de una selecta minoría, un factor diferencial, pero que no da réditos en audiencia) y propone algo innovador.
Sus invitados están un pelín (tampoco hay que volverse locos) por encima de la media y dan una cierta frescura a la hora de analizar hechos cotidianos a los que tampoco le damos mucha bola.