¡Ahora sí, ahora consagrado!

Desde su estreno en 2006 en el entorno del Polònia de TV3 se acuñó la frase de “si no apareces en el programa no eres nadie”. Y con el paso de los años, especialmente en la clase política, ha sido una etiqueta que se ha mantenido inaccesible al desaliento. De hecho, ese “estatus” de tener un imitador en el espacio humorístico por excelencia de la televisión catalana sigue plenamente vigente.

Uno de los últimos en llegar ha sido el compañero, y sin embargo amigo, Carles Porta (Vila-sana, 1963), curtido en mil reportajes de actualidad en TV3 (sobre todo en los 30 minuts y en sus viajes a lo largo y ancho de este mundo como corresponsal de guerra), pero lo que son las cosas. Su fama, reforzada por una ingente cantidad de premios, se ha debido como relator de la crónica negra catalana con su Crims, radiofónico y televisivo. Ahora ya tiene su “socias” en Polònia, el nunca bien ponderado Fermí Fernández.

Sus apariciones, poniendo “llum a la foscor” son brillantes, y a la vez hilarantes. Cualquiera de sus imitaciones valen, pero si revisan La mort del Barça, alucinarán.