Buena idea, mucho lastre

No está mal la idea de Atresmedia en demostrar que otra televisión es posible frente a su competencia directa en la noche de los miércoles, que no es otra que La isla de las tentaciones de Mediaset. Frente a los malos rollos, gritos histéricos, salidas de tono, infidelidades varias y sexo light de los concursantes del reality, Antena 3, con su flamante Lego Masters, apuesta, en cambio, por lo de todo el mundo es bueno, trabajo en equipo, creatividad y un entretenimiento que puede verse en familia. Pero, ¡ay!, el concurso, presentado por Roberto Leal, estrella emergente de la cadena, y la recuperada Eva Hache, nace ya viciado y, mucho nos tememos, condenado a pasar desapercibido y/o con nuevo horario (intempestivo o matinal).

¿Y cuáles son sus pecados? Fácil: excesiva duración (más de tres horas) y peor horario (a partir de las 22.45) en un día laborable. Y luego, para acabarlo de arreglar, sus larguísimos e insoportables cortes publicitarios que lo llevaron hasta más allá de la una de la madrugada. ¿Qué niño va a poder verlo si pocas horas después tiene que ir al colegio?