Esa pareja feliz

Bárbara Rey (Totana, 1950) y Edmundo Bigote Arrocet (Buenos Aires, 1949) están ahora en boca de todos los analistas, tertulianos, colaboradores y correveidiles de los programas del corazón. Se han dejado ver haciéndose mimitos y arrumacos en un par de saraos navideños como si no hubiese un mañana y ya se han convertido en la pareja de estas fiestas. ¡Hombre, no lo sabemos todo pero mucho nos da que, al contrario de aquel viejo chiste que todos hemos contado más de una vez, lo suyo es por interés porque de amor no le vemos ninguno! Y no debemos de ir muy desencaminados porque Cupido, ahora mismo, no está por la labor y, en cambio, a la parejita de marras le va de perlas ir vendiendo su romance que les proporcionará pingües dividendos.

A Bigote, porque recuperará el terreno perdido desde que rompió con la señora Campos vía WhatsApp y que no ha recuperado ni con su fugaz paso por La casa de los secretos. Sin embargo, a Bárbara la cosa le sale redonda. Hablando del noviazgo ni se hablará de lo suyo con el emérito pagado a cuerpo de rey.