BOIG PER TU
'El foraster', imprescindible
Ha regresado El foraster a la programación de noche de TV3. Lo echábamos en falta porque, sin lugar a dudas, es uno de los buques insignia, o el que más, de la parrilla de la televisión pública catalana. Su éxito radica en mayor medida en su presentador, Quim Masferrer (Sant Feliu de Buixalleu, 1971), que provoca una empatía irrefrenable tanto en los vecinos de los pueblos que visita como en el espectador.
Baste recordar, abriendo un paréntesis, que en su versión castellana no funcionó ninguno, y fueron unos cuantos, de los que pusieron delante de la cámara. Para su programa cien, el del retorno, escogió el pueblo de Mura, en el Bages, de 220 habitantes, localidad de la que, lo confieso, desconocía su existencia. Le salió un programa redondo, la verdad, con testimonios notables como los del grupo de jóvenes que han lanzado la versión local del Monopoly (Murapoly) o la de Casimira, con 104 años a sus espaldas y en plena forma.
Solo una crítica, y además constructiva: un programa tan familiar como este no puede comenzar a las 22.45 horas de un día laborable.