BOIG PER TU
Los Goya más en catalán
Su audiencia fue estupenda, 22,9 por ciento, doblando, por ejemplo, al Deluxe, pero la gala de los Goya 2022, como casi todas (desde Rosa Maria Sardà y años después con Andreu Buenafuente), no levanta cabeza más allá de conocer a los premiados. Fue larga, aburrida, con fallos técnicos y, aunque parezca un contrasentido, confundió velocidad con ritmo. Comenzó mal con una mascletà que debió guardarse como traca final y un horrible homenaje a Nino Bravo con su Libre perpetrado a tres voces por Jedet, Bebe y Cristina Castaño, y acabó peor. Inconexa (el no haber un presentador conductor la lastró), con homenajes eternos (en todo el sentido de la palabra) y gags que no hicieron gracia. Incluso, aún siendo necesario, el discurso reivindicativo de la cineasta Sahraa Karimi en favor de las mujeres afganas pareció metido con calzador. Eso sí, se habló catalán más que nunca (quiza por eso, no fue nadie de la cúpula del PP), con las intervenciones de Nora Navas y de Jaume Roures, que ironizó que lo hacía para defender el 25 por ciento de la cuota decretada por ley.