BOIG PER TU
Un adiós con poca repercusión
La verdad sea dicha, nos ha sorprendido la poca –por no decir ninguna– repercusión que ha tenido el fallecimiento de Joaquim Teixidor (Barcelona, 1930) en los medios. Seguramente porque los más jóvenes no saben ni quién es y los de una cierta edad ni lo recuerdan. Si a eso le sumamos que las redes, al igual que les ocurría a las musas en la canción de Serrat, han pasado de él, tenemos el misterio resuelto.
Pero no deja de ser injusto. Joaquim Teixidor fue uno de los personajes más populares de la televisión catalana (cuando aún no existían las privadas). En los 80 y los 90 fue clave en programas como Tres i l’astròleg y Filiprim, en los que hacía de sí mismo porque cabe recordar que Teixidor era astrólogo de profesión.
Socarrón, hábil comunicador y capaz de llenar la pantalla con su sola presencia, alcanzó cotas inimaginables. A sus 92 años era el último que quedaba de Filiprim. De sus compañeros ya no quedaba ninguno vivo: Josep Maria Bach, Jordi Estadella (presentadores), Jaume Sorribas (encarregat), Llàtzer Escarceller (l’avi) o Jaume Perich (guionista).