BOIG PER TU
Y con Bertín, tampoco
Nada, que no hay manera. Las dos primera entregas de Mi casa es la tuya se han saldado con sendos fracasos de audiencia. Bertín Osborne no ha podido alcanzar el liderato en el prime time ni con Ana García Obregón ni con Bárbara Rey, sus dos primeras invitadas. Tampoco ha sido una sorpresa. Se veía venir. Bertín y sus amiguetes/amiguitas suena ya a muy visto. Falta morbo y polémica y sobra, entre copa y copa de vino, tanto ji, ji, ja, ja. A ver, Ana García Obregón ya no tiene nuevo mensaje y, dicho con todo el respeto, su papel de afligida madre por la muerte de su hijo ya está más que amortizado. La morbosa audiencia exige carne fresca.
La confesión de que entre los dos hubo, muchos años atrás, un escarceo sentimental-sexual, suena ya a batallitas del abuelo/abuela Cebolleta. Con Bárbara Rey pasa lo mismo. Un roneo con Bertín y las (malas) historias pasadas con Ángel Cristo y Edmundo Arrocet ya no impactan a nadie.
Solo reventarían la audiencia sus aventuras de cama con el emérito, pero de eso ni mu. Ya ha cobrado, y mucho además, por su silencio.