BOIG PER TU
Hipócritas y fariseos
Advertencia previa. Mañana hablaremos de El foraster en Miralcamp, pero había que escribir esta reflexión después de seguir los informativos en televisión, radios y diarios. Con la invasión de Ucrania por parte de Rusia hemos estado –cosa habitual en nosotros– hipócritas y fariseos.
Se nos ha llenado la boca de condenas, hemos desplegado banderas y pancartas, hemos acordado medidas económicas, pero los muertos aumentan en un país soberano. Acogemos a refugiados, les damos casa y cobijo (faltaría más) y nuestras conciencias se tranquilizan. Más allá, no.
No sea caso que Rusia se cabree de verdad. Eso sí, nos indignamos con fotos como las de Lynsey Addario para el The New York Times que han dado la vuelta al mundo. Para acabar, permitidme ser pragmático.
Dentro de unas semanas Putin dirá aquello de cautivo y desarmado el ejército ucraniano, las tropas rusas han alcanzado sus últimos objetivos militares. Lo dejará todo atado y bien atado y se retirará a sus cuarteles de invierno. Entonces sacaremos pecho por el gran logro conseguido en favor de la paz y la democracia.