Los kairons los carga el diablo

El que esté libre de pecado que tire la primera piedra o los kairons los carga el diablo. Las dos aseveraciones nos valen porque todos somos humanos y cometemos errores (no uno, muchos) a diario, pero no excluye que algunos nos pongan los pelos como escarpias. Con la que está cayendo en Ucrania nos ponemos estupendos sobre si el nomenclátor es Kiev o Kyiv (cuando jamás escribimos o pronunciamos London o München) o nos centramos en el drama de los refugiados (para tranquilizar nuestras conciencias, será) y dejamos en un segundo plano los muertos en el campo de batalla.

Todo esto viene a cuenta para explicar que somos estrictos en algunas cosas y en otras no. Estemos de acuerdo o no con el exiliado en Waterloo, no es de recibo que en TV3 escriban mal su nombre y aparezca como “Puigdemon” o hablen de expresidente y no como el 130 presidente de la Generalitat cuando a Montilla, el mismo día, lo presentaron como el 128 de los inquilinos de la plaza Sant Jaume. ¡Ah! Felicidades a Tot es mou.

Fue capaz de superar en audiencia al Sálvame.