BOIG PER TU
Las bajas de 'El Foraster'
Una de las grandes bazas para triunfar de El Foraster, ahora en plena fase de producción de su nueva temporada, radica en la empatía recíproca entre presentador y los vecinos de las pequeñas localidades que visita y que acaba trasladándose al espectador. Uno de los momentos claves es la presencia en cada entrega de protagonistas, de edad ya muy avanzada, que se convierten en uno de los mayores atractivos del espacio. Pero, ¡ay!, en ocasiones, esos ancianos fallecen, durante la posproducción o poco después de su emisión.
Así, de memoria, nos acordamos de Joan Mateu, El Tato de Penelles; Albert, de 95 años, de Montmell, que ha dejado huérfano a su hermano, Ramon, de 92, o al Miquel de Benifallet, que a sus 88 años se marcaba un baile diario con su esposa, Cinta, de 80, en el comedor de su casa.. Ahora nos ha dejado Casimira Vallvé, de Mura, la más longeva de cuantas ha entrevistado Masferrer, 104 años. Emocionó a todos cuando explicó que perdió a su novio, Jaume, en la guerra en 1936 y que nunca más pensó en casarse.
Siempre la recordaremos.