BOIG PER TU
No disparen al guionista
En el mundo del cine y de la televisión da la sensación de que el trabajo del guionista no está nunca lo suficientemente valorado. Se destaca a directores y a actores y actrices pero el trabajo de los que escriben lo que luego saldrá por la boca de los protagonistas pasa, demasiadas veces, desapercibido. Es casi como aquellas viejas películas del Oeste en las que en el Saloon de turno veíamos aquel rótulo que rezaba lo de “prohibido disparar al pianista”.
Ahora se nos acaba de ir uno de los grandes, de guionistas: Xesc Barceló (Palma de Mallorca, 1943). Un profesional que sin su brillante pluma no se entendería la televisión catalana. Su currículum es impresionante desde su debut en 1977 en el circuito catalán de TVE con su Terra d’escudella, el primer programa infantil emitido en catalán.
Y a partir de ahí un éxito tras otro: Arnau, Sitges (pionera de las telenovelas) o Plats Bruts. Incluso su trabajo tuvo tiempo de vincularlo, de una manera u otra, con Ponent. Suyos fueron los guiones de la serie Mecanoscrit del segon origen o de la excelente Les veus del Pamano.