El Relojero de Ávila

Cuando aún no nos habíamos enganchado al Tour gracias a las proezas de Miguel Induráin, e incluso antes de las de Perico Delgado y Luis Ocaña, los que ya tenemos una edad nos extasiábamos delante del televisor, en blanco y negro por supuesto, con las hazañas del abulense Julio Jiménez (1934-2022) por las montañas, alpinas y pirenaicas, de la ronda francesa. Ahora acaba de fallecer el conocido popularmente como “El Relojero de Ávila” en un absurdo accidente de circulación al colisionar el vehículo en el que iba de pasajero contra un muro en su Ávila natal al salir de un lavadero de coches. Pero su memoria seguirá ahí y sus tres maillots como rey de la montaña en el Tour, donde debutó pasados ya los 30 años, además de los otros tres de la Vuelta a España y de ganar etapas en todas las grandes ciclistas.

Fue segundo, en 1964, en la ronda gala y en la memoria está su victoria, también ese año, en la cima del Puy de Dôme superando a los mismísimos Jacques Anquetil y Raymond Poulidor. Y estamos hablando de cuando el ciclismo era ciclismo de verdad.