Un rentable ajuste de cuentas

El tirón mediático de Rocío Carrasco, y el incondicional apoyo de La Fábrica de la Tele, en su último servicio a Mediaset, han conseguido que Telecinco haya recuperado, aunque sea por un día, el liderazgo. La emisión de los capítulos 0 y 1 de En el nombre de Rocío (que ya habían podido ser vistos en MiTele) más el posterior debate le supuso una audiencia del 17,9 mientras que La Voz Kids de Antena 3 se quedó en un 15,8. Fue una noche, la del viernes, llena de lágrimas, pero mientras las vertidas, y con profusión, en el talent de Atresmedia, eran fruto del sentimiento y la emoción, las de Mediaset venían dadas por el teatrillo y la maledicencia.

Porque, no nos engañemos, si en la anterior Contar la verdad para seguir viva de 2021, que llegó a alcanzar hasta el 34 por ciento, existía un trasfondo de denuncia social sobre la violencia machista, en esta segunda parte (ya se intuyó en los prolegómenos previos de Un año después, El último viaje o Montealto: regreso a casa) de lo que se trata es, simple y llanamente, de un sangriento e inmisericorde ajuste de cuentas familiares.