Carnaza para todo el verano

Un crítico televisivo definió al espectador que se asoma a la pequeña pantalla como “un magma de conocimientos limitados”. Pues a esos conocimientos, por pequeños que sean, se aferra Mediaset para intentar recuperar el liderato perdido sin darse cuenta de que el problema, en realidad, es que la audiencia está ya saturada del “más de lo mismo”. Pero, con todo, la musa televisiva no la abandona nunca del todo.

Ahora van a tener para comer, y retroalimentar a toda su batería de programas, durante todo el verano con la (pen)última batalla de Rocío Carrasco contra toda su familia: el Museo Rocío Jurado que, como no podía ser de otra manera, abrió puertas envuelto en polémicas, maledicencias y acusaciones cruzadas y convenientemente aireadas. De los Mohedano no acudió nadie, los hijos de Rocío tampoco. El anterior alcalde de Chipiona y el actual, a la greña.

Solo estuvieron los defensores a ultranza de la hija de la más grande encabezados por David Valldeperas, imputado en la Operación Deluxe, y Ana Isabel Peces, la directora de sus docudramas televisivos.