¡Que Dios los pille confesados!

De las pocas cosas que tengo claras en esta vida es que no quisiera ver expuesto un problema personal o público en Sálvame (ni pagada la exposición a precio de oro). Dentro de los canalones que preparan a diario en el programa de Telecinco triturando para el relleno a todas las parejas que han ido cayendo en acto de servicio en los últimos meses, les ha tocado el turno (y además gratis, en aras de un supuesto interés informativo) a Gerard Piqué y a Shakira. Han encontrado a unas supuestas amigas de la pareja (que para amigas así, mejor no tener ninguna) que en plan vieja al visillo han contado lo que no saben y lo que suponen.

O sea, nada. Es lo mismo que vienen haciendo con Anabel Pantoja y el esgrimista, ahora con la espada envainada, Yulen Pereira sobre si todo es un montaje para tirarse unas vacaciones, a todo lujo, sin abrir la cartera gracias a las exclusivas en revistas y redes. En cambio, a Cristina de Borbón y a Iñaki Urdangarin les han dado de comer en un programa aparte (esta noche pueden verlo).

El contenido es el mismo pero lo han envuelto en papel de regalo.