Lo bueno siempre destaca

Un día antes del despropósito de La confusión de La 1 con Xavier Sardà al frente de tamaño desatino, La 2, vía Sant Cugat y sólo para consumo interno, estrenó La casa dels còmics, que suponía el retorno de Andreu Buenafuente a la televisión en catalán. Los dos programas tuvieron una audiencia similar (no llegaron a los dos dígitos) pero menuda diferencia. La confusión fue un programa que no había por donde cogerlo con su intemporal temática sobre la relación de pareja (sólo le faltó decir aquel topicazo de “hay matrimonios que acaban bien y otros que duran toda la vida”).

En cambio el de Buenafuente, que ahora parece un freelance tras su paso por TV3 con Quanta Guerra!, fue un excelente trabajo de homenaje a un personaje que ya forma parte de la cultura catalana: Pepe Rubianes (luego vendrán Joan Capri, Mary Santpere, Miguel Gila y Eugenio). Emotivo, con imágenes de archivo bien utilizadas y con testimonios de su viuda, Lucía Aguilera, su hermana Carmen y amigos como Joan Gràcia, Albert Om o Pep Molina. Un programa memorable, la verdad.