BOIG PER TU
Conspiranoicos
Sálvame tiene la innata capacidad de sorprendernos. Cuando uno piensa que es imposible caer tan bajo, lo hace. Y así hasta el infinito y más allá.
Ahora mismo (no dirán que es suerte) les ha venido Dios a ver con la inesperada muerte de Albert Solà (Barcelona, 1956) en la misma semana en que iba a emitirse la segunda entrega del hediondo ¿Quién es mi padre? y en el que el camarero de La Bisbal aseguraba ser regio descendiente, aunque ilegítimo, del Emérito fruto de una relación, en los 50, del entonces Príncipe con la aristócrata catalana Ana Maria Bach que, según él, lo dio en adopción nada más nacer. La promoción para el programa de la servil Carlota Corredera ha sido bárbara y puede que haya roto índices de audiencia (se emitió ayer noche). El desplomarse en la barra de un bar mientras se tomaba un vino ha despertado todas las teorías conspiranoides, llenando horas y horas de programación.
Todos implicados: CIA, la nueva KGB, el MI6, el Mossad o la conjura judeomasónica de siempre. Solo les faltó exigir un comunicado oficial desde La Zarzuela.