BOIG PER TU
Cuando comer no es un placer
De acuerdo, vivimos sometidos a lo políticamente correcto en todos los órdenes de la vida: no fumes, no bebas, no comas lo que te guste y.. (vamos a dejarlo aquí) pero eso no lleva, o no debería llevar, a promociones publicitarias tan absurdas y tan fuera de lugar como la que pueden ver estos días sobre las verduras de una conocida marca de congelados. Llega el hijo.
“¿Qué hay hoy de primero?” “Guisantes”, contesta la madre mientras muestra la verdura, sin hervir, en agua clara y luego la sirve tal cual sin ningún tipo de aliño. Y la cosa va a peor cuando el niño, que hace homéricos esfuerzos para mostrar que aquello le gusta, pregunta, inconsciente él, que qué hay mañana. La madre le responde que menestra.
Y más de lo mismo en su preparación. Ni un salteado, ni un chorrito de aceite de oliva.. Nada.
No nos extraña que el padre, después de ver esto, diga que no vendrá mañana a comer porque tiene reunión de trabajo en la oficina (con degustación de callos en la taberna de la esquina) y el hijo, extraescolares y que ya aparecerá después de zamparse una hamburguesa doble.