El comienzo de una nueva era

Hoy será un día para recordar en la historia de la televisión de este país: vamos a asistir al principio del fin de una longeva y prosperísima era (tanto en audiencias como en rentabilidad económica) y al inicio de otra. Lo mejor o peor está por ver, pero sin duda será diferente. Estamos hablando del hecho de que por fin, tras semanas de dudas y de aplazamientos, Telecinco, en una de las últimas decisiones de Paolo Vasile (es de suponer que consensuada con el nuevo responsable de la cadena a partir de enero), se va a recortar la duración de Sálvame, el buque insignia de Mediaset, que de cinco horas va a pasar a tres (de 16.00 a 19.00) –de hecho, el que ayer ya no se emitiese cuando se trabajaba todos los festivos habidos y por haber ya fue toda una declaración de intenciones– para estrenar, tras 21 días anunciando lo de “próximamente”, un capítulo doble de Café con aroma de mujer, un Falcon Crest colombiano pero cambiando el vino por el café.

Hasta el fin de semana, dos entregas por día para competir con Sonsoles Ónega y Pasapalabra. El lunes le toca turno a su concurso.