Descartadas las imitaciones

Ya lo dice el sabio refranero: “Sabe más el diablo por viejo que por diablo.” E incluso, el cancionero popular (aquí vasco): “No hay quien pueda, no hay quien pueda, con la gente marinera.” Todo esto viene a cuento después de haber visionado las dos primeras revisiones de Historias para no dormir en La 1 a modo de homenaje al maestro Chicho Ibáñez Serrador. ¿Fueron malas? No. Pero no fueron capaces de superar, cosa harto difícil, por otra parte, a los originales.

¿Tenían más presupuesto? Seguro, pero no fueron capaces de romper moldes como aquellas entregas de los 60 en blanco y negro. Y, además, cometieron graves errores (para los que no vieron las primeras, inapreciables, seguro). Rodrigo Sorogoyen, en El doble, convirtió la futurista historia original, perfectamente explicada, en algo confuso y difícil de seguir y entender.

Rodrigo Cortés, en La broma, más ajustado al concepto, se atrevió a modificar el final. Un horror. Hoy se emiten las dos últimas revisiones de esta su primera temporada, Freddy (Paco Plaza) y El asfalto (Paula Ortiz).

¡Que Dios reparta suerte!.