Del “revinche” a las pipas

Lo reconozco. No queríamos hablar de El foraster. Básicamente para no hacernos pesados con los elogios.

Es, de largo, el mejor y más entrañable programa que figura en la parrilla de TV3. Pero vamos a hacerlo. Al fin y al cabo volvió a territorio leridano.

Concretamente a Vilaller, algo más de 500 habitantes, el municipio más pequeño de la Alta Ribagorça leridana. No es que mostrara nada especial pero sí que se mantuvo en la línea del buenrollismo, entrañable interactuación con los vecinos, y ese toque entre divertido y emotivo que lo hace estar un peldaño por encima de los espacios de una cadena en plena vía de despolitización que ha sido, para bien y para mal, signo de identidad de la casa. Pese a que el uso de las mascarillas denunciaba que hacía meses que la cosa estaba ya grabada, el espacio se lució con testimonios como el de los embutidos locales (¡ay, la gastronomía siempre presente!), de los entrañables Josep Maria y Carmen y sus “revinches”, los del intrépido aviador Jairo o los de Rafa y Suzei, fabricando pipas y una estatua homenaje a Pau Donés en Montanuy.