Homenaje a todo un grande

Si la memoria no nos traiciona, que todo podría ser, La Voz de Antena 3 ha sentado un precedente, para bien se entiende, contratando como asesor de los coaches al mismísimo Raphael para ayudar a Pablo López (Vanesa Martín se ha ido con Laura Pausini, Lola Índigo con Luis Fonsi y Mala Rodríguez con Antonio Orozco). A lo largo de las sucesivas ediciones ha habido otros pero ninguno del nivel, talla y trascendencia del cantante de Linares. A punto de cumplir los 80 años, musicalmente hablando Raphael está por encima del bien y del mal, independientemente de si gusta o no, pero en un país como el nuestro que suele denostar, más que ensalzar, a sus estrellas (salvo en contadas e interesadas ocasiones) es de aplaudir que hayan llevado al programa a un cantante que, si hubiera nacido en Estados Unidos, tendría la misma consideración, pongamos por caso, de crooners como Sinatra, Paul Anka o Tony Bennett.

Y el caso es que Raphael da el pego. Siempre en su segundo plano (a veces hasta demasiado) emite acertadas consideraciones sobre los aspirantes al triunfo final.