BOIG PER TU
Mediaset no tiene paciencia (I)
No es por hacernos pesados, pero Mediaset ha dejado colgada, en la puerta de entrada, su paciencia. Solo así se explican sus, por otra parte, inexplicables bandazos a la espera de reconquistar, que de seguir así se antoja tarea harto imposible, el liderazgo en las audiencias. Lejos de comprender que su problema es global (de concepto se entiende) y no individual, no hacen más que estrellarse, una y otra vez, ante las invencibles murallas de Pasapalabra en Antena 3, enviando, en la franja de 20.00 a 21.00 horas, a programas en misión suicida sin posibilidad alguna de éxito.
Recordemos los últimos, dejando a banda a Sálvame y su recorta y pega de sus horarios de cinco a tres horas, luego a cuatro y ahora otra vez a cinco. Por ejemplo. La Campos móvil (¿se acuerdan?) duró solo una entrega, la de Isabel Díaz Ayuso.
Más. El precio justo, que sobrevivió dos meses. Alta tensión, una semana y cinco programas.
Ya son las ocho, siete meses hasta que Sonsoles Ónega se hartó y se fue. Y lo último, el ridículo del efímero Café con aroma de mujer. ¡Ah, y mañana más!