BOIG PER TU
Líderes, sí, pero con defectos
Finalizó la novena temporada de La Voz con el triunfo, según decisión de la audiencia, de Javier Crespo, por delante del favorito, Génesis, que acabó segundo, y de los otros dos finalistas, Ana González y Sergio del Boccio. Nada que objetar. Los espectadores son soberanos en esto de llamadas a un número fijo y enviar un whatsapp.
La verdad es la que es. La finalísima de Antena 3 humilló, con su 21,8 de audiencia, a su competencia, el Mediafest de Telecinco, que, manteniendo los malos rollos de Sálvame como principal gancho del espectáculo, se quedó en un mísero 9,2. Hasta ahí todo correcto, pero convendría reflexionar sobre un error (grave, a nuestro entender) que mantiene Atresmedia en este concurso familiar desde su primera entrega y que se hizo evidente en la gala final: excesivamente larga, mal repartidas las tandas de anuncios (la última anunciada por la presentadora para que no se fuera nadie duró.
veinte minutos) y, sobre todo, sobre todo, en el hecho de que se les fue la mano y los finalistas acabaron siendo secundarios en el show.