Año nuevo, vicios viejos

A diferencia del bolero, puede que hayan pasado los años, pero las cosas no han cambiado. Solo hay que mirar el último Sálvame de 2022, el del pasado viernes, en que –¿cómo no?– el tema central fue la ruptura de la pareja Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa. Los tertulianos, con gran alborozo y entusiasmo por su parte, se pusieron incondicionalmente de parte de uno o de otro, peleándose, además, para demostrar quién conocía más íntimamente a Isabel (dado su particular pelaje, ninguno, porque todos ellos están en las antípodas de “la reina de corazones”).

El caso es que, entre todos –salvo el caso de Kiko Matamoros, que es quien menos, dados sus antecedentes, debería sentar cátedra– destacó María Patiño, que este día estuvo sembrada. Primero porque fue incapaz de pronunciar bien el apellido de Isabel. Se empecinó en llamarla Presley, como Elvis, en lugar del suyo propio.

Luego, además de con Kiko, se enganchó con Rafa Mora, que le soltó que “te la han metido doblada” con gloriosa réplica patiñera, “A mí me la meten solo cuando yo quiero”. Sublime.