Isabel y Tamara, tal para cual

Isabel Preysler (Manila, 1951) y su hija Tamara Falcó (Madrid, 1981) da la sensación de que han entrado en una guerra, entrañable por otra parte, para ver quién de ellas resulta ganadora a través del foco mediático. Tamara, actual marquesa de Griñón, es fruto del matrimonio de su madre con Carlos Falcó (entre 1980-1985) y tiene cuatro hermanos más hijos de la boda de su madre con Julio Iglesias y Miguel Boyer. Si en algo coinciden las dos (Tamara ha demostrado ser la alumna más aventajada, con diferencia, de su progenitora) es haber descubierto el milagro, o quizá ya no lo es tanto, de vivir a cuerpo de rey (de reina, en este caso) sin hacer absolutamente nada, o más bien poco, salvo sus devaneos sentimentales y su presencia en las revistas del papel couché, en este caso el Hola, que paga millonadas por sus exclusivas.

Isabel tiene ahora su ruptura con Mario Vargas Llosa y la hija, en un plis plas, se le adelantó con romper con su enésimo novio, Íñigo Onieva, y tras tres meses de sí pero no, han vuelto a lo suyo tras compartir la Misa del Gallo, que como es sabido, une mucho.