BOIG PER TU
¿De verdad, nos lo creemos?
De Sálvame, el programa con menos dignidad, ética y vergüenza de la historia de la televisión de este país, pensábamos que ya lo habíamos visto todo. Pero no, estábamos equivocados. Este pasado viernes aún hubo más superándose a sí mismo.
De entrada, Terelu Campos, con voz grave y música fúnebre de fondo, lanzó una diatriba contra los paparazzi que se apostan ante las casas de los famosos rebuscando en su basura. ¿Han cambiado las normas de la casa?, porque eso es lo que vienen haciendo desde tiempo inmemorial. No.
El ataque viene ahora porque la acosada es su madre, María Teresa Campos, en sus horas más bajas. Pero aún había más. Llevan toda la semana dándole a Lydia Lozano, que, a cambio de un buen salario, traga con todo, porque supuestamente fue vista, con su esposo, en locales de intercambios de pareja.
Con el testigo de cargo en el plató, enmascarado y a punto de dar la cara, a Lydia le dio un patatús y se marchó llorando del plató –lo hace dos veces por semana– asegurando que no volverá. El testigo se quedó solo en el plató. Estarán allí los dos, el lunes.