Cambiar para que nada cambie

Al tema que nos ocupa podríamos aplicarle muchos calificativos, pero quizás el que más le cuadraría es aquella definición adjudicada a Giuseppe Tomasi de Lampedusa (1846-1957) de “que todo cambie para que todo siga igual”. Y eso es lo que ha hecho la Televisió de Catalunya con su antiguo Super3. En un giro de 180 grados, le cambió el nombre a SX3, facilitó su acceso desde varias plataformas además de la tradicional desde la opción en abierto y movió algunas piezas de la programación por otras de similares.

O sea, igual que cuando removemos las fichas antes de comenzar una partida al dominó. Siempre son las mismas aunque repartidas de diferente manera. El caso es que –es verdad que tampoco somos unos adictos al canal infantil de Sant Joan Despí– no notamos ninguna diferencia sustancial entre el antes y el después de la movida, que, visto lo visto, es una especie de brindis al sol ante las críticas por su impenitente inmovilismo.

En fin, habrá que esperar en que alguien más osado sea capaz de romper con ese cajón de sastre del SX3.