Bárbara Rey resulta ya cansina

Bárbara Rey sigue peleando para mantener su cota de popularidad lo más alta posible. Y la verdad es que lo está consiguiendo. El estreno en Antena 3 de su docudrama Una vida Bárbara, que desgrana sus recuerdos, fue lo más visto en la noche del miércoles, alcanzado un nada despreciable 14,6, apabullando a toda la competencia de Tele 5, Cuatro (estrenaba serie) y La 1.

Sin embargo, ¿para qué vamos a engañarnos? El problema radica en que de toda la vida de la actriz, cantante y bailarina murciana solo interesa realmente una cosa: sus amoríos con el Emérito cuando era Rey de España. Lo demás, queda muy por debajo: su protagonismo en la primera película con una escena explícita de sexo lésbico con Rocío Dúrcal (Me siento extraña, 1977), su apasionado, aunque breve, revolcón sexual con Chelo García Cortés, su romance fugaz con Alain Delón, o sus desventuras matrimoniales con Ángel Cristo. En el primer capítulo, a modo de introducción, ya avanzó que el primer paso en lo suyo lo dio Juan Carlos, a través de una llamada telefónica a su domicilio particular.