Anita da para mucho

Ana Obregón ha abierto un melón televisivo que va a tardar lo suyo en agotarse. Cobrando de aquí y de allá, no solamente le ha salido gratuita su gestación subrogada, sino que le ha proporcionado pingues beneficios. A falta de los ingresos por ese libro que comenzó su hijo Aless (según las malas lenguas unos apuntes mal pergeñados en un cuaderno) y que ha rematado ella (también esas mismas lenguas hablan de un “negro”, en el sentido literario se entiende), que justo va a venderse y ya va por la segunda edición gracias a las reservas en establecimientos especializados en el tema, Ana Obregón ha conseguido, con lo suyo, que por una vez, y sin que sirva de precedente, o sí, que en Mediaset nunca se sabe, ayer, y tampoco el sábado, no hubiera Deluxe.

Ayer viernes fue sustituido por un especial sobre Ana y su hija-nieta, en el que también volvió como conductor Santi Acosta, el de Salsa Rosa, tras once años de ausencia para analizar el caso del derecho y del revés con los especialistas de siempre en la materia, esta u otra. ¡Ah!, y dicen que ella no sabía nada del tema. ¡Ja!