Teatrillo, sí, pero entretenido

Cuatro se ha sacado de la manga un entretenimiento en forma de docureality titulado Maribáñez, el peor equipo del mundo, con el que ha puesto en el candelero mediático a un equipo, de la tercera regional andaluza, que se caracteriza, o caracterizaba –que a partir de ahora nunca se sabe–, por sus malos, pésimos, resultados y por su escasa profesionalidad en el sentido de que sus jugadores preferían irse de copas antes de los partidos que guardar las formas reglamentarias. Ante este (triste) panorama, en Mediaset han puesto (bueno, hace meses que la cosa está grabada) a Cristóbal Soria como motivador para intentar cambiar la dinámica. Además de estrella del Chiringuito, a Soria conviene recordarle en su etapa de delegado del Sevilla, donde destacó como hábil prestidigitador, haciendo aparecer y desaparecer balones del Sánchez-Pizjoan según ganase o perdiese su equipo.

El caso es que ahí está el hombre yendo a buscar a sus jugadores tras una despedida de soltero para que se vistiesen de corto. La audiencia del estreno no pasó de los dos dígitos, bastante para Cuatro.