Tienen muy poca dignidad

Hay que confiar en que todo haya sido una fiebre-rebote pasajera, porque aguantar hasta el 23 de junio un arranque del programa adornado de fina ironía –es un decir– no lo va a soportar nadie. Repasemos. Desde que se supo que Sálvame cierra definitivamente, la semana ha sido insoportable.

Lo han iniciado con unas supuestas clases express para que los colaboradores, que van a quedarse en el paro, preparen adecuadamente sus currículums para encontrar nuevo empleo; tasaron el plató para sacar un buen precio; lo exorcizaron para ahuyentar malos rollos, hicieron acto de constricción para ser buenos y huir de mentiras y maledicencias (a la vuelta de publicidad dijeron que era broma), celebraron con aquello “de no hay quien pueda” que Mediaset les haya dado una semana más de vida (en vez del 16 cierran el 23) y cantaron a coro el Mi música es tu voz, con letra ad hoc, que popularizaron en su día los triunfitos de TVE. No sé, una vez puede que tuviese gracia, pero alargarlo durante siete días solo demuestra que ni lo han digerido ni tienen la más mínima dignidad.