BOIG PER TU
¡Iker, te necesitamos!
Estábamos convencidos de que ya lo habíamos visto todo en televisión, para mal se entiende, pero no. Siempre hay un más difícil todavía. Si aún estábamos asimilando los dardos envenenados de Makoke contra su ex, con motivo de su boda, presentada en Fiesta como una nueva Maléfica en plan “que sepas que Marta ronca como un cerdo” y “su dentadura es postiza y se la quita para comer solo papillas” (tal cual), de pasta de boniato nos hemos quedado con la confesión de Ana Obregón en la multitudinaria presentación de su libro, El chico de las musarañas, que, vamos a dejarlo aquí, comenzó su difunto hijo Aless y lo ha acabado, toda sentimiento, ella.
En un momento dado fue capaz de afirmar que su móvil, mientras trabajaba en el texto, sonó y cuál no sería su sorpresa que la llamada procedía de su hijo, y de un número que llevaba dos años sin dar señales de vida, y perdonen el chiste fácil. Si ya tenía pactado El hormiguero con Pablo Motos y con La casa de Bertín, ahora ya tiene silla reservada en el plató de Cuatro en el Cuarto Milenio de Iker Jiménez. Espeluznante misterio.