Suspendidos en periodismo

De entrada tienen toda la razón al pensar ¿qué nos importa la dichosa boda? Cierto, pero ya puestos tras los Sálvame del jueves y viernes y el Fiesta del sábado, tenemos ciertas dos cosas. Una, que Kiko Hernández y Fran Antón han vacilado, y de qué manera, a sus compañeros con su boda. Dos.

Que ambos programas, pero sobre todo el de Emma García, no pasarían la más sencilla de las pruebas periodísticas que se les pusieran por delante. El sábado, a lo largo de las cinco horas de emisión, fueron incapaces de ordenar mínimamente los hechos, cosa que les hubiese hecho a la perfección cualquier redactor en prácticas de la casa. Fue un galimatías de noticias inconexas a través del móvil hechas públicas sin orden ni concierto.

Desde casa, ante el caos, intentamos ordenarlas: Se casaron el sábado por la mañana en Melilla (ofició la ceremonia la delegada del Gobierno). La fiesta se hizo en el bingo Las Vegas de Madrid (llegaron por la tarde). El secreto era para la exclusiva que saldrá esta semana y, ya vendida, habrá un fiestorro en Marbella, en agosto, para todo el personal.